
Con uno de los lemas de Cicerón, empiezo a contaros que hace escasas veinticuatro horas que Mariló, nuestra profesora de Latín y Referentes, y yo, regresamos a Castellón desde Italia. El motivo de nuestro viaje fue la participación en la
XXIX Edición del Certamen Ciceroniano en Arpino, una pequeña ciudad del Lacio en la que nació el ilustre orador
Marco Tulio Cicerón. Este certamen organizado por el
Centro de Estudios Humanistas "Marco Tullio Cicerón" de Arpino se realiza en el mes de mayo de cada año y pueden participar alumnos de todo el mundo que estén cursando su último año en el instituto. Este año los días elegidos han sido 14,15, 16 y 17, de manera que la prueba, que consiste en la
traducción de un texto latino del orador y un
comentario referido al fragmento, se llevó a cabo la mañana del 14 de mayo y la ceremonia de entrega de premios se produjo la mañana del 17. Así, dispusimos de tiempo entretanto para visitar algunas pequeñas ciudades colindantes de la comarca (en nuestro caso,
Alatri), haciendo un recorrido
histórico y artístico gracias a la explicación de una guía italiana y a la traducción de Mariló; así como de la asistencia en la
Abadía de Montecasino a un magistral concierto de piano y órgano precedido por un discurso en latín del Padre Abad con el que nos daba la bienvenida al evento.

El viaje ha sido una experiencia extraordinaria, pues además de ser una gran oportunidad para
explorar más a fondo a una
figura tan importante como
Cicerón, permite que los participantes
conozcamos gente con la que
compartimos intereses similares y además favorece la
internacionalidad académica, ofreciéndonos la posibilidad de relacionarnos con personas procedentes de cualquier lugar del globo terráqueo (aunque este año todos los participantes éramos europeos.)
Ha sido, además, la confirmación de que
las clásicas están más vivas que nunca, uniendo, a través de "una lengua muerta" a alrededor de 1000 personas.
Por último, hay que celebrar que este año 2009
España se ha abierto, por segunda vez en veintinueve ediciones, un hueco en la historia del certamen, pues una de los ocho participantes españoles,
Ana Rodríguez Díaz, alumna del
IES Calisto y Melibea (Salamanca), ha obtenido una
Mención Honorífica en reconocimiento al gran trabajo que plasmó en su examen;
lo recibió de manos de nuestra profesora, que actualmente es Ambaciatrice del Certamen in Spagna. Así que también le enviamos una enhorabuena desde "Les ales de Pegàs". Porque como diría Cicerón: "
Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria."
Ahora animo a los alumnos de 1º de Bachillerato en esta recta final del curso, para que se esfuercen al máximo y alcancen las máximas notas de latín; porque ésta
es una experiencia irrepetible que ¡no puede dejarse escapar!