dimarts, 19 de maig del 2009

"No hay nada tan increíble que la oratoria no pueda volverlo aceptable."


Con uno de los lemas de Cicerón, empiezo a contaros que hace escasas veinticuatro horas que Mariló, nuestra profesora de Latín y Referentes, y yo, regresamos a Castellón desde Italia. El motivo de nuestro viaje fue la participación en la XXIX Edición del Certamen Ciceroniano en Arpino, una pequeña ciudad del Lacio en la que nació el ilustre orador Marco Tulio Cicerón. Este certamen organizado por el Centro de Estudios Humanistas "Marco Tullio Cicerón" de Arpino se realiza en el mes de mayo de cada año y pueden participar alumnos de todo el mundo que estén cursando su último año en el instituto. Este año los días elegidos han sido 14,15, 16 y 17, de manera que la prueba, que consiste en la traducción de un texto latino del orador y un comentario referido al fragmento, se llevó a cabo la mañana del 14 de mayo y la ceremonia de entrega de premios se produjo la mañana del 17. Así, dispusimos de tiempo entretanto para visitar algunas pequeñas ciudades colindantes de la comarca (en nuestro caso, Alatri), haciendo un recorrido histórico y artístico gracias a la explicación de una guía italiana y a la traducción de Mariló; así como de la asistencia en la Abadía de Montecasino a un magistral concierto de piano y órgano precedido por un discurso en latín del Padre Abad con el que nos daba la bienvenida al evento.
El viaje ha sido una experiencia extraordinaria, pues además de ser una gran oportunidad para explorar más a fondo a una figura tan importante como Cicerón, permite que los participantes conozcamos gente con la que compartimos intereses similares y además favorece la internacionalidad académica, ofreciéndonos la posibilidad de relacionarnos con personas procedentes de cualquier lugar del globo terráqueo (aunque este año todos los participantes éramos europeos.)
Ha sido, además, la confirmación de que las clásicas están más vivas que nunca, uniendo, a través de "una lengua muerta" a alrededor de 1000 personas.
Por último, hay que celebrar que este año 2009 España se ha abierto, por segunda vez en veintinueve ediciones, un hueco en la historia del certamen, pues una de los ocho participantes españoles, Ana Rodríguez Díaz, alumna del IES Calisto y Melibea (Salamanca), ha obtenido una Mención Honorífica en reconocimiento al gran trabajo que plasmó en su examen;lo recibió de manos de nuestra profesora, que actualmente es Ambaciatrice del Certamen in Spagna. Así que también le enviamos una enhorabuena desde "Les ales de Pegàs". Porque como diría Cicerón: "Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria."

Ahora animo a los alumnos de 1º de Bachillerato en esta recta final del curso, para que se esfuercen al máximo y alcancen las máximas notas de latín; porque ésta es una experiencia irrepetible que ¡no puede dejarse escapar!


6 comentaris:

Laura ha dit...

Enhorabuena! Porque aunque no hayas ganado ningun premio ni mencion honorifica por el hecho de estar alli ya te mereces un reconocimiento.
Hoy te he visto en el patio y me he fijado en la camiseta :)
Un beso

Natalia ha dit...

¡Ala! Muchas gracias ^^

Pero la verdad es que no sé quién eres; es que la camiseta era bastante ilustrativa :) jaja

¡Un saludo, y a ver si tú eres la próxima!

Mariló ha dit...

Natalia, aquest curs ha estat realment enriquidor, perquè amb alumnes com tu i els teus companys dona gust treballar i compartir experiències tant emocionants com la nostra estada a Arpinum. Aprofite també el comentari per encoratjar els alumnes de primer perquè s'animen i s'esforcen, a veure si el proper curs algú pot tindre l'oportunitat de viure el que Natalia ens ha explicat de manera tan clara i entusiasta en el seu post. Arpinum, Ciceronis patria, vos exspectat!

elgreco ha dit...

Gracias a los enlaces he podido conocer un poco este Certamen Ciceroniano y he podido constatar que sólo había ocho españoles en Arpino (tres chicos y cinco chicas), de ellos cinco castellano-leoneses, una cántabra, un madrileño y tú de Castellón
La presencia en este certamen es realmente destacable y debe haber sido una experiencia única.
Como dices, uno de los frutos es la convivencia con estudiantes de otras latitudes, pero que estudian latín, la ampliación del horizonte académico, la comprobación de que el latín está muy vivo y el intercambio de experiencias y diálogos.
Me produce una sana envidia la visita que realizasteis a Montecassino, donde nunca he estado. Escuchar al abad benedictino, sucesor de San Benito, patrono de Europa, hablar en latín en aquel magnífico e histórico recinto debe ser una experiencia inolvidable.
Respecto al texto de Cicerón que salió en esta edición, destaca la presencia de referencias griegas (Demócrito, hablar griego, los banquetes griegos, Homero y su ceguera, etc.).

En fin, enhorabuena a ti y a tu profesora por vuestra participación en este reconocido certamen.
Y, ahora, a estudiar con más intensidad latín.
Per ardua ad astra.

Alexandros ha dit...

Genial, sí. Unos días escasos de esos que dentro de unos años todavía seremos capaz de acordarnos de las bromas de tal día o del sueño que teníamos por la mañana debido a váyase usted a saber qué...xDDDD. Porque, para mí, por encima de una experiencia para presentarme a un examen o para traducir, pasión que me encanta, ha sido un viaje idóneo para conocer gente que comparte mis gustos, así como gente que los difiere. Y conocer otro lugar, aunque fuera en un contínuo viaje tan agotador como fue. Sin duda lo repetiría, aunque sepa que no fuera posible. Pero... siempre nos quedará la experiencia ¿no? Bueno, y los teléfonos de unas y otras personas para no perder el contacto con gente que merece la pena. Un beso y un abrazo estrangulador!
Alex

Gianpiero Pelegi ha dit...

Complimenti!! Continuate così!